México: ¿Tus clientes se tardan en pagar?, convierte tus facturas por cobrar en efectivo
Por Claudio Kandel Montefiore – Director de DiSí Operaciones
Pensar en una sola actividad de negocios que no implique un gasto, ¡es imposible! Un empresario necesita dinero para todo: empleados, proveedores, servicios, activos, insumos, impuestos y una larga lista que se renueva y crece todos los días. Al convertirte en empresario, tu sueño era poner tus ideas a trabajar y generar riqueza, ¿no es así? Sin embargo, lo triste en el mundo de las pequeñas y medianas empresas es que hace falta tener dinero para hacer dinero, ¡y para sobrevivir! Para cualquier compañía, el flujo efectivo es equivalente a oxígeno. ¡Lo que no respira, se muere!
Cuando facturas cantidades importantes, tú crees que estas produciendo mucho dinero pero piensa lo siguiente: todo ese dinero que tus clientes te deben no existe, ¡porque todavía no lo tienes! Lo que sí tienes es un montón de problemas y una presión enorme para mantener a tu empresa en operación. El tiempo que tus clientes se tardan en pagarte puede convertirse en un monstruo de mil cabezas que te acosa durante tus horas laborales y también en las otras, cuando se supone que dejas de ser empresario y te transformas en una persona común.
Sin mencionar los engorrosos trámites y las altas tasas que piden las instituciones bancarias, lo que necesitas a gritos es una rápida y sencilla solución a tus problemas de financiamiento y existen otras opciones mucho más accesibles y funcionales para ti. En este sentido, el factoraje financiero te ofrece la posibilidad de disponer anticipadamente de las cuentas por cobrar que tienes con tus clientes.
DiSí Operaciones, es una solución pensada para empresarios como tú que necesitan acelerar el flujo de efectivo de su negocio. Se trata de una plataforma digital que a través de un proceso en línea, ofrece el efectivo inmediato a las pequeñas y medianas empresas para sus gastos de operación, desarrollo y oportunidad de nuevos negocios en una fracción del tiempo y esfuerzo que se requiere en otras instituciones tradicionales.
De esta manera, tus procesos productivos avanzan sin perder continuidad, tus colaboradores y acreedores están contentos y tú puedes capitalizar tus ideas para crecer. Esta es la realidad: las pequeñas y medianas empresas mexicanas no desaparecen por falta de financiamiento, sino por ignorar que sus propios recursos pueden ser la fuente de su liquidez.